Glasswalking para mantenernos completamente despiertos

¿Qué nos aporta el Glasswalking?
En ocasiones las empresas como consecuencia de las condiciones meteorológicas, de gestión del tiempo, presupuestarias o logísticas optan por que sus equipos vivan la experiencia del Glasswalking.

A diferencia de caminar sobre brasas, la caminata sobre vidrio se realiza con un tipo de energía más pausada, introspectiva y desafiando al pasado y al futuro desde el presente. Las metáforas asociadas a la dinámica del Glasswalking pueden ser diversas: dar el paso, afrontar los miedos, prestar atención al aquí y ahora, disfrutar de los desafíos por difíciles que puedan parecer, tomar consciencia de todo lo que está sucediendo en tu interior, afrontar creencias limitantes, etc.

Cuenta la leyenda que existía un hombre que le aterrorizaban las serpientes.
Un día mientras estaba tranquilamente en un resort en la montaña, una persona desconocida se acercó y le dijo: “ten cuidado con las serpientes venenosas que habitan por la zona”. Esa información arruinó por completo el día del hombre. Cada vez que pasaba por una sombra su cuerpo se contraía. Constantemente se giraba para buscar serpientes. Finalmente esa noche, cuando el hombre entró en su habitación oscura, mientras buscaba a ciegas el interruptor de la luz, vio en el suelo una serpiente enrollada lista para atacar.

Quedó tan impactado por el miedo que padeció un ataque cardiaco y murió. A la mañana siguiente la persona que se encargaba de las habitaciones encontró al hombre en el suelo junto a una cuerda enrollada. ¿Qué mató al hombre? Evidentemente no fue la serpiente, porque no había ninguna serpiente. Lo que realmente mató al hombre fue el miedo, una falsa evidencia que parecía real (FEAR: False Evidence Appearing Real). Nuestros miedos siempre convierten a las cuerdas en serpientes.

Nuestro cerebro constantemente nos muestra lo que pensamos que está pasando, en lugar de permitirnos experimentar lo que realmente está pasando. El Glasswalking es una fantástica experiencia para entrenar a nuestra mente en vivir las experiencias, en prestar atención a nuestros temores, al presente, al aquí y al ahora.
El Glasswalking demanda atención y los participantes nunca olvidan que hay vidrios debajo de sus pies. En realidad ¡no necesitan otro incentivo para prestar atención ¡No están aprendiendo a prestar atención, simplemente lo están haciendo! No están aprendiendo a concentrarse, en realidad están practicándolo mientras caminan.